La
realidad lo atormentaba, era una trampa mortal que presionaba su mente y su
corazón.
¿Qué
hacer cuando ya no se tiene nada? La solución apareció, morir, esa era la única
respuesta, pero realmente, él no quería hacerlo...
Era
un psicólogo, se había enfrentado a muchas personas que intentaron suicidarse o
a otras que daban indicios de que pronto lo harían, y la respuesta que él les
daba era que siempre había otro camino, otra solución, sin embargo, ahora él
mismo no la encontraba, sin embargo, de un instante a otro recordó una clase en
la universidad en la que le dijeron que la realidad era una construcción de la
mente; entonces ¿por qué no alterarla?
Comenzó
a recordar, tenía una mujer, dos preciosos hijos, un trabajo, ¿qué había
provocado que lo olvidase? Sonrió, perplejo ante su pérdida de memoria, y
siguió adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario