viernes, 13 de diciembre de 2013

Siempre hay alguien

Se limitaba a mirar la Luna, el satélite natural que era el compañero incondicional de la Tierra. Se preguntaba qué pasaría si en ella hubiera alguien que lo estuviera observando a él en ese mismo instante, los lazos serían iguales que con alguien que estuviese a un par de centímetros, incluso tal vez serían más profundos.

Entonces seguro de que había alguien allí, sonrío y saludo al lejano satélite, teniendo un nuevo amigo lunar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario