Cuando el frío
recorre tu espalda y sentís que hay alguien detrás de ti, y sabes, das por
hecho que no podes escapar, ese es el momento en que todo está perdido, tu alma
se empieza a consumir poco a poco, tan despacio que no te das cuenta, pero
llega un punto que estas tan colmado de ese ser que te absorbe, que dejas de
ser vos, para pasar a ser otra cosa, algo tan espantoso que es imposible de
describir.
Me encontraba
frente a la computadora, solo, sin nadie de testigo que pueda asegurar que lo
que les relato es cierto, o si simplemente me volví loco; aun así les doy mi
palabra de que lo que me ocurrió es verdad. Estaba escribiendo, haciendo un
trabajo para la escuela, me encontraba en el último año de la secundaria en ese
entonces; sentí que alguien se aproximaba por detrás de mí, miré inquieto, pero
no había absolutamente nada, ni rastros de que haya estado alguien, entonces
proseguí, pero luego de eso sentí un frío tan desolador, tan real y a la vez
tan abstracto que me estremecí como nunca lo había hecho.
Fui hacia mi cuarto
para agarrar un abrigo, creí que simplemente había bajado la temperatura, pero
no dejaba de resultarme raro, ya que esta bajó muy rápidamente.
Volví a mi
computadora para terminar mi trabajo y finalmente poder irme a dormir porque
era muy tarde en la madrugada, no recuerdo que hora, pero sé que tenía mucho
sueño. Una vez que estuve conforme con el resultado final, apague las luces de
la sala y me dirigí hacia mi habitación, aunque antes decidí ir al baño, sin
embargo, al momento de poner un pie en el, volví a notar el mismo frío pero
cien veces peor, tanto que haría a una persona morir, pero no, solo me quede
quieto, estremeciéndome, allí todo había empezado oficialmente.
Esa noche tardé
bastante en dormirme, y cada tanto sentía el frío soplando en mi oído, entonces
cambiaba de posición y trataba de no pensar en ello.
Cuando por fin pude
dormirme soñé a personas congeladas, como gritaban hasta abandonar el mundo;
para ser sincero, a la mañana siguiente no le presté atención, solo había sido
un mal sueño, a mí siempre me gustaron las películas de terror y ese tipo de
cosas, esa misma tarde había visto una peli con unos amigos, así que se lo
adjudique a eso, aunque no tenía mucho que ver.
No recuerdo cuando
supe que mi destino era morir de una forma que no era exactamente la
tradicional, si no, que mi cuerpo sería ocupado por otra alma, y a partir de
ese momento yo sustituiría su lugar, incitando el frío en los demás, para
habitar su cuerpo, un ciclo sin fin en el cual cuando pasas a habitar otro
cuerpo no sos el mismo; los desperdicios de maldad que se encuentran en la
tierra son absorbidos por el alma sin la protección del cuerpo, y es allí
cuando dejas de ser vos, para ser otra cosa. Lo que sí me acuerdo es como me
enteré, después de tener muchos sueños enloquecedores fui a todo tipo de
psicólogos que adjudicaban estos a un trauma de pequeño, el cual yo no tenía,
por lo que fui a ver a una vidente o algo por el estilo que me contó todo lo
que les acabo de relatar.
Luego de que me
dijera esto le pregunté, desesperado, vale decir, si no había alguna solución,
me dijo que la única era adelantar el proceso… suicidándome; me quedé helado, irónicamente.
Después de mucho
tiempo sumido en la depresión decidí, disfrutar de la vida, es cuando empecé a
escribir, a querer dejar una huella en la historia y así pasó el tiempo,
pasaron los días, así las semanas, los meses, los años… Es por eso mismo, que
como ahora siento que se me termina el tiempo, con 58 años relato mi historia,
para dejar constancia de que yo, Nicolás Lake, viví, y fui alguien bueno.
Cuando el frío
recorre tu espalda dándote una punzada horrible, y sabes, das por hecho que tu
vida se escapa, ese es el momento en que todo llega a su fin, en el que todo se
vuelve negro, en el que yo, paso a ser el frío…
No hay comentarios:
Publicar un comentario