jueves, 12 de diciembre de 2013

El frío

Cuando el frío recorre tu espalda y sentís que hay alguien detrás de ti, y sabes, das por hecho que no podes escapar, ese es el momento en que todo está perdido, tu alma se empieza a consumir poco a poco, tan despacio que no te das cuenta, pero llega un punto que estas tan colmado de ese ser que te absorbe, que dejas de ser vos, para pasar a ser otra cosa, algo tan espantoso que es imposible de describir.

Me encontraba frente a la computadora, solo, sin nadie de testigo que pueda asegurar que lo que les relato es cierto, o si simplemente me volví loco; aun así les doy mi palabra de que lo que me ocurrió es verdad. Estaba escribiendo, haciendo un trabajo para la escuela, me encontraba en el último año de la secundaria en ese entonces; sentí que alguien se aproximaba por detrás de mí, miré inquieto, pero no había absolutamente nada, ni rastros de que haya estado alguien, entonces proseguí, pero luego de eso sentí un frío tan desolador, tan real y a la vez tan abstracto que me estremecí como nunca lo había hecho.
Fui hacia mi cuarto para agarrar un abrigo, creí que simplemente había bajado la temperatura, pero no dejaba de resultarme raro, ya que esta bajó muy rápidamente.
Volví a mi computadora para terminar mi trabajo y finalmente poder irme a dormir porque era muy tarde en la madrugada, no recuerdo que hora, pero sé que tenía mucho sueño. Una vez que estuve conforme con el resultado final, apague las luces de la sala y me dirigí hacia mi habitación, aunque antes decidí ir al baño, sin embargo, al momento de poner un pie en el, volví a notar el mismo frío pero cien veces peor, tanto que haría a una persona morir, pero no, solo me quede quieto, estremeciéndome, allí todo había empezado oficialmente.

Esa noche tardé bastante en dormirme, y cada tanto sentía el frío soplando en mi oído, entonces cambiaba de posición y trataba de no pensar en ello.
Cuando por fin pude dormirme soñé a personas congeladas, como gritaban hasta abandonar el mundo; para ser sincero, a la mañana siguiente no le presté atención, solo había sido un mal sueño, a mí siempre me gustaron las películas de terror y ese tipo de cosas, esa misma tarde había visto una peli con unos amigos, así que se lo adjudique a eso, aunque no tenía mucho que ver.
No recuerdo cuando supe que mi destino era morir de una forma que no era exactamente la tradicional, si no, que mi cuerpo sería ocupado por otra alma, y a partir de ese momento yo sustituiría su lugar, incitando el frío en los demás, para habitar su cuerpo, un ciclo sin fin en el cual cuando pasas a habitar otro cuerpo no sos el mismo; los desperdicios de maldad que se encuentran en la tierra son absorbidos por el alma sin la protección del cuerpo, y es allí cuando dejas de ser vos, para ser otra cosa. Lo que sí me acuerdo es como me enteré, después de tener muchos sueños enloquecedores fui a todo tipo de psicólogos que adjudicaban estos a un trauma de pequeño, el cual yo no tenía, por lo que fui a ver a una vidente o algo por el estilo que me contó todo lo que les acabo de relatar.
Luego de que me dijera esto le pregunté, desesperado, vale decir, si no había alguna solución, me dijo que la única era adelantar el proceso… suicidándome; me quedé helado, irónicamente.
Después de mucho tiempo sumido en la depresión decidí, disfrutar de la vida, es cuando empecé a escribir, a querer dejar una huella en la historia y así pasó el tiempo, pasaron los días, así las semanas, los meses, los años… Es por eso mismo, que como ahora siento que se me termina el tiempo, con 58 años relato mi historia, para dejar constancia de que yo, Nicolás Lake, viví, y fui alguien bueno.

Cuando el frío recorre tu espalda dándote una punzada horrible, y sabes, das por hecho que tu vida se escapa, ese es el momento en que todo llega a su fin, en el que todo se vuelve negro, en el que yo, paso a ser el frío…

No hay comentarios:

Publicar un comentario